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ALCALÁ DE GUADAÍRA, SEVILLA, Spain
DIRECCIÓN ALCALÁ DE GUADAÍRA: CALLE PÁRROCO JOSÉ LUIS PORTILLO, 1

domingo, 30 de noviembre de 2014

FELICITACIÓN NAVIDEÑA

En los próximos días recibirán la felicitación navideña que nuestra Hdad. ha editado en el presente año. En ella encontrarán un dibujo realizado por el alcalareño Francisco Javier García. Este artista es un gran ilustrador de cómics con lo que ha ganado diversos galardones, como el primer premio del concurso nacional de cómics celebrado en Valencia. Además, ha colaborado con periódicos como "Diario 16",  "El Correo de Andalucía" o "La Voz de Alcalá". Tiene en su amplio currículum profesional, varios libros de ilustraciones como "Las viñetas de la Voz" en 2002 o "¡A la Gloria Capillitas 2012!".

El ilustrador Javier García

Felicitación navideña del 2014, donde se observa un bellísimo primer plano de la Virgen del Rocío y debajo un perfil de nuestro castillo donde refulge la Estrella
Fuente: http://www.javiergarciailustrador.com/javiergarcia/Inicio/Inicio.html

viernes, 28 de noviembre de 2014

MAÑANA MISA MENSUAL

Mañana, sábado 29 de noviembre, a las 19,30 h en la parroquia de San Agustín celebraremos la tradicional misa de final de mes de la Hermandad. En ella rogaremos por el alma de Dolores del Rosario Mellado, madre del oficial de nuestra junta Manolín Bosque y por Juliana Tierno Conradi, hermana de la camarera de nuestra Virgen, Ana Tierno.


jueves, 27 de noviembre de 2014

miércoles, 26 de noviembre de 2014

CRÓNICA FOTOGRÁFICA DEL ANIVERSARIO

La jornada comenzó con la Yincana Infantil organizada por el Grupo Joven de la Hdad.

Momento en el que los participantes realizaron unas coloridas flores que posteriormente fueron ofrecidas a la Virgen durante el transcurso de la Misa Conmemorativa

La yincana se desarrolló en el patio de nuestra parroquia

Al finalizar los juegos los niños fueron a ver a la Santísima Virgen y su Divino Hijo

La eucaristía estuvo oficiada por nuestro director espiritual y concelebrada por Francisco López, seminarista de nuestra parroquia. Preside el altar mayor nuestro Bendito Simpecado

A los pies de la mesa del altar se observan las flores de los niños de la yincana que fueron ofrecidas en el ofertorio

Un momento en la magnífica actuación del coro de nuestra Hdad.

Componentes del coro de nuestra Hdad.  delante del altar mayor

El grupo joven de la Hdad.

Algunos de los Presidentes-Hermanos mayores que ha tenido nuestra Hdad. desde su fundación posan  junto con el actual Presidente-Hermano mayor en un día tan señalado, como es el aniversario fundacional

Uno de los exquisitos platos que se pudieron degustar en la cena aniversario


Original mesa del buffet que se sirvió en la cena en la sede de la Cabalgata de los Reyes Magos

Una mesa con los postres

Componentes de la Junta de Gobierno junto con la pregonera del Rocío 2015 y su presentadora

El pregonero del 2014 con la pregonera del 2015 junto al Presidente-Hermano mayor y nuestro Director Espiritual

martes, 25 de noviembre de 2014

NUEVO CUADRO VIRGEN DEL ROCÍO

Desde el pasado mes de octubre el patrimonio de nuestra hermandad se ha visto enriquecido con un nuevo cuadro donado y  pintado por Paco Peña. El artista alcalareño es autor de numerosos carteles y obras pictóricas, como el último cartel de la Glorias de nuestra ciudad.



Detalle con la firma del autor

domingo, 23 de noviembre de 2014

PROCLAMADO PREGONERO ROCÍO 2015

Durante el transcurso de la tradicional cena aniversario de la Hdad., celebrada ayer sábado 22 de noviembre, se proclamó el nombre de la persona que pregonará El Rocío en el próximo año. La encargada será nuestra hermana, María José Gravalosa Morenilla y la presentadora de la misma  nuestra hermana, María del Carmen Rodríguez Manjón-Cabeza. El acto se llevará a cabo el domingo 3 de mayo de 2015 en el Teatro Gutiérrez de Alba.


viernes, 21 de noviembre de 2014

MAÑANA YINCANA INFANTIL

El Grupo joven de nuestra Hdad. organizará mañana sábado en los jardines de la parroquia una gran Yincana infantil donde los niños podrán participar hasta los 12 años de edad. Se ruega la colaboración de un kilo de alimento no perecedero por cada participante.
Recordar que con este evento se quiere celebrar un día tan especial para la Hdad. como es su aniversario fundacional.

Cartel editado para el evento.

miércoles, 19 de noviembre de 2014

NUESTRA HDAD. EN ABC

El pasado lunes 10 de noviembre el periódico ABC publicó una breve reseña anunciando el magnífico evento que se desarrolló el pasado 15 de noviembre en el Club Hípico Híspalis.


martes, 18 de noviembre de 2014

CENA ANIVERSARIO

El próximo sábado 22 de noviembre la Hdad. del Rocío celebra su aniversario fundacional y como es tradicional tendremos la Cena donde compartiremos un rato de convivencia y se proclamará al trigésimo segundo pregonero del Rocío 2015. La celebración será en la sede de la Cabalgata de Reyes Magos en Nueva Alcalá. El precio de la misma es de 20 euros y el plazo para la reserva termina este jueves. Si desean adquirirla se pueden pasar por la casa-Hdad. mañana miércoles en horario de 21 a 22 h. o llamar al móvil 619 07 78 50 ó 670 81 65 18.


lunes, 17 de noviembre de 2014

CRÓNICA I EXHIBICIÓN ECUESTRE

Como un rotundo éxito se podría calificar el evento que organizó el pasado sábado la Hdad. del Rocío de Alcalá de Guadaíra puesto que la respuesta del público fue estupenda y pudimos disfrutar de un espectáculo de categoría en las magníficas instalaciones del Club Hípico Híspalis. La jornada comenzó con cierto retraso en la pista de albero con los enganches y posteriormente en la otra pista con la modalidad de doma vaquera, donde destacó la presencia de numerosos participantes de la localidad de Los Palacios y Villafranca y del propio club hípico. La Hdad. quiere agradecer la colaboración de: Antonio Muñoz Vargas por ser la persona que comentó las diversas modalidades; Protección Civil por su presencia en las instalaciones y así como al Club Hípico Híspalis y su gerente Francisco J. Beltrán Blanco por su entera disposición y su gran amabilidad. Por último, agradecemos a los diversos anunciantes que han colaborado como son: Clínica Dental Repullo; Taller Zarza e hijos; Auto Cristal Ralarsa; Habitando; Bingo Triana; Auto-recambios Hienipa; Panadería Santiago; Bar-Cervercería Puerta de Alcalá; Guarnicionería "El Ratón"; Panadería Francisco Portillo e hijos y Pedro Rusillo. 


Entrega de un recuerdo a los participantes del concurso de enganches



Uno de los participantes en doma vaquera

El presidente junto al alcalde de carretas de nuestra Hdad. y los responsables del Club Hípico Híspalis


El magnífico Belén que se rifó durante la jornada




viernes, 14 de noviembre de 2014

I EXHIBICIÓN ECUESTRE

Recuerden que mañana, sábado 15 de noviembre, la Hdad. organizará la I Exhibición ecuestre Pro-Restauración de nuestra Carreta de Plata en el Club Hípico Híspalis. Será a partir de las 11.00 h de la mañana siendo la entrada gratuita y teniendo un selecto ambigú a precios populares. Esperamos su asistencia al evento puesto que se pretende recaudar fondos para poder restaurar la carreta. Además, se podrán adquirir las invitaciones para la Cena Aniversario que se celebrará el sábado 22 de noviembre en la sede de la Cabalgata de los Reyes Magos en Nueva Alcalá al módico precio de 20 euros y también se podrá reservar sitio para el autobús que la Hdad. fletará para la próxima peregrinación al Rocío del domingo 7 de diciembre al precio de 20 euros.


jueves, 6 de noviembre de 2014

N.H. ESAÚ PÉREZ JIMÉNEZ REY GASPAR

El pasado día 4 de noviembre se nombró a Esaú Pérez Jiménez como la persona que encarnará a su Majestad el Rey Gaspar en la Cabalgata de Reyes Magos de nuestra ciudad. Esaú es hermano de nuestra corporación y además, fue pregonero del Rocío en el año 2011. Desde la Hdad. le damos la más sincera enhorabuena y le deseamos un fructífero "reinado".

En esta fotografía tomada en la aldea del Rocío en el año 2008, Esaú Pérez es el primero empezando por la derecha y le acompañan varios familiares y amigos.

miércoles, 5 de noviembre de 2014

CURSO DE FORMACIÓN

El pasado viernes, 31 de octubre, se presentó el nuevo curso de formación donde se trabajará la exhortación apostólica "La alegría del evangelio", escrito por nuestro papa Francisco. La próxima sesión la tendremos este viernes, 7 de noviembre, a las 21.00 h en nuestra casa-Hdad. de San Agustín. Para las personas que no pudieron asistir, a continuación, tiene la Introducción de dicha exhortación, que, aproximadamente, son 17 páginas y que deberían ser leídas antes de la nueva sesión de este viernes y subrayar aquello que les llame la atención o no entiendan.

EXHORTACIÓN APOSTÓLICA
EVANGELII GAUDIUM
DEL SANTO PADRE
FRANCISCO

A LOS OBISPOS
A LOS PRESBÍTEROS Y DIÁCONOS
A LAS PERSONAS CONSAGRADAS
Y A LOS FILES LAICOS
SOBRE
EL ANUNCIO DEL EVANGELIO
EN EL MUNDO ACTUAL

1. La alegría del Evangelio llena el corazón y la vida entera de los que se encuentran con Jesús. Quienes se dejan salvar por Él son liberados del pecado, de la tristeza, del vacío interior, del aislamiento. Con Jesucristo siempre nace y renace la alegría. En esta Exhortación quiero dirigirme a los fieles cristianos, para invitarlos a una nueva etapa evangelizadora marcada por esa alegría, e indicar caminos para la marcha de la Iglesia en los próximos años.
2. El gran riesgo del mundo actual, con su múltiple y abrumadora oferta de consumo, es una tristeza individualista que brota del corazón cómodo y avaro, de la búsqueda enfermiza de placeres superficiales, de la conciencia aislada. Cuando la vida interior se clausura en los propios intereses, ya no hay espacio para los demás, ya no entran los pobres, ya no se escucha la voz de Dios, ya no se goza la dulce alegría de su amor, ya no palpita el entusiasmo por hacer el bien. Los creyentes también corren ese riesgo, cierto y permanente. Muchos caen en él y se convierten en seres resentidos, quejosos, sin vida. Ésa no es la opción de una vida digna y plena, ése no es el deseo de Dios para nosotros, ésa no es la vida en el Espíritu que brota del corazón de Cristo resucitado.
3. Invito a cada cristiano, en cualquier lugar y situación en que se encuentre, a renovar ahora mismo su encuentro personal con Jesucristo o, al menos, a tomar la decisión de dejarse encontrar por Él, de intentarlo cada día sin descanso. No hay razón para que alguien piense que esta invitación no es para él, porque «nadie queda excluido de la alegría reportada por el Señor».[1] Al que arriesga, el Señor no lo defrauda, y cuando alguien da un pequeño paso hacia Jesús, descubre que Él ya esperaba su llegada con los brazos abiertos. Éste es el momento para decirle a Jesucristo: «Señor, me he dejado engañar, de mil maneras escapé de tu amor, pero aquí estoy otra vez para renovar mi alianza contigo. Te necesito. Rescátame de nuevo, Señor, acéptame una vez más entre tus brazos redentores». ¡Nos hace tanto bien volver a Él cuando nos hemos perdido! Insisto una vez más: Dios no se cansa nunca de perdonar, somos nosotros los que nos cansamos de acudir a su misericordia. Aquel que nos invitó a perdonar «setenta veces siete» (Mt 18,22) nos da ejemplo: Él perdona setenta veces siete. Nos vuelve a cargar sobre sus hombros una y otra vez. Nadie podrá quitarnos la dignidad que nos otorga este amor infinito e inquebrantable. Él nos permite levantar la cabeza y volver a empezar, con una ternura que nunca nos desilusiona y que siempre puede devolvernos la alegría. No huyamos de la resurrección de Jesús, nunca nos declaremos muertos, pase lo que pase. ¡Que nada pueda más que su vida que nos lanza hacia adelante!
4. Los libros del Antiguo Testamento habían preanunciado la alegría de la salvación, que se volvería desbordante en los tiempos mesiánicos. El profeta Isaías se dirige al Mesías esperado saludándolo con regocijo: «Tú multiplicaste la alegría, acrecentaste el gozo» (9,2). Y anima a los habitantes de Sión a recibirlo entre cantos: «¡Dad gritos de gozo y de júbilo!» (12,6). A quien ya lo ha visto en el horizonte, el profeta lo invita a convertirse en mensajero para los demás: «Súbete a un alto monte, alegre mensajero para Sión, clama con voz poderosa, alegre mensajero para Jerusalén» (40,9). La creación entera participa de esta alegría de la salvación: «¡Aclamad, cielos, y exulta, tierra! ¡Prorrumpid, montes, en cantos de alegría! Porque el Señor ha consolado a su pueblo, y de sus pobres se ha compadecido» (49,13).
Zacarías, viendo el día del Señor, invita a dar vítores al Rey que llega «pobre y montado en un borrico»: «¡Exulta sin freno, Sión, grita de alegría, Jerusalén, que viene a ti tu Rey, justo y victorioso!» (Za 9,9).
Pero quizás la invitación más contagiosa sea la del profeta Sofonías, quien nos muestra al mismo Dios como un centro luminoso de fiesta y de alegría que quiere comunicar a su pueblo ese gozo salvífico. Me llena de vida releer este texto: «Tu Dios está en medio de ti, poderoso salvador. Él exulta de gozo por ti, te renueva con su amor, y baila por ti con gritos de júbilo» (So 3,17). Es la alegría que se vive en medio de las pequeñas cosas de la vida cotidiana, como respuesta a la afectuosa invitación de nuestro Padre Dios: «Hijo, en la medida de tus posibilidades trátate bien […] No te prives de pasar un buen día» (Si 14,11.14). ¡Cuánta ternura paterna se intuye detrás de estas palabras!
5. El Evangelio, donde deslumbra gloriosa la Cruz de Cristo, invita insistentemente a la alegría. Bastan algunos ejemplos: «Alégrate» es el saludo del ángel a María (Lc 1,28). La visita de María a Isabel hace que Juan salte de alegría en el seno de su madre (cf. Lc 1,41). En su canto María proclama: «Mi espíritu se estremece de alegría en Dios, mi salvador» (Lc 1,47). Cuando Jesús comienza su ministerio, Juan exclama: «Ésta es mi alegría, que ha llegado a su plenitud» (Jn 3,29). Jesús mismo «se llenó de alegría en el Espíritu Santo» (Lc 10,21). Su mensaje es fuente de gozo: «Os he dicho estas cosas para que mi alegría esté en vosotros, y vuestra alegría sea plena» (Jn 15,11). Nuestra alegría cristiana bebe de la fuente de su corazón rebosante. Él promete a los discípulos: «Estaréis tristes, pero vuestra tristeza se convertirá en alegría» (Jn 16,20). E insiste: «Volveré a veros y se alegrará vuestro corazón, y nadie os podrá quitar vuestra alegría» (Jn 16,22). Después ellos, al verlo resucitado, «se alegraron» (Jn 20,20). El libro de los Hechos de los Apóstoles cuenta que en la primera comunidad «tomaban el alimento con alegría» (2,46). Por donde los discípulos pasaban, había «una gran alegría» (8,8), y ellos, en medio de la persecución, «se llenaban de gozo» (13,52). Un eunuco, apenas bautizado, «siguió gozoso su camino» (8,39), y el carcelero «se alegró con toda su familia por haber creído en Dios» (16,34). ¿Por qué no entrar también nosotros en ese río de alegría?
6. Hay cristianos cuya opción parece ser la de una Cuaresma sin Pascua. Pero reconozco que la alegría no se vive del mismo modo en todas las etapas y circunstancias de la vida, a veces muy duras. Se adapta y se transforma, y siempre permanece al menos como un brote de luz que nace de la certeza personal de ser infinitamente amado, más allá de todo. Comprendo a las personas que tienden a la tristeza por las graves dificultades que tienen que sufrir, pero poco a poco hay que permitir que la alegría de la fe comience a despertarse, como una secreta pero firme confianza, aun en medio de las peores angustias: «Me encuentro lejos de la paz, he olvidado la dicha […] Pero algo traigo a la memoria, algo que me hace esperar. Que el amor del Señor no se ha acabado, no se ha agotado su ternura. Mañana tras mañana se renuevan. ¡Grande es su fidelidad! […] Bueno es esperar en silencio la salvación del Señor» (Lm 3,17.21-23.26).
7. La tentación aparece frecuentemente bajo forma de excusas y reclamos, como si debieran darse innumerables condiciones para que sea posible la alegría. Esto suele suceder porque «la sociedad tecnológica ha logrado multiplicar las ocasiones de placer, pero encuentra muy difícil engendrar la alegría».[2] Puedo decir que los gozos más bellos y espontáneos que he visto en mis años de vida son los de personas muy pobres que tienen poco a qué aferrarse. También recuerdo la genuina alegría de aquellos que, aun en medio de grandes compromisos profesionales, han sabido conservar un corazón creyente, desprendido y sencillo. De maneras variadas, esas alegrías beben en la fuente del amor siempre más grande de Dios que se nos manifestó en Jesucristo. No me cansaré de repetir aquellas palabras de Benedicto XVI que nos llevan al centro del Evangelio: «No se comienza a ser cristiano por una decisión ética o una gran idea, sino por el encuentro con un acontecimiento, con una Persona, que da un nuevo horizonte a la vida y, con ello, una orientación decisiva».[3]
8. Sólo gracias a ese encuentro –o reencuentro– con el amor de Dios, que se convierte en feliz amistad, somos rescatados de nuestra conciencia aislada y de la autorreferencialidad. Llegamos a ser plenamente humanos cuando somos más que humanos, cuando le permitimos a Dios que nos lleve más allá de nosotros mismos para alcanzar nuestro ser más verdadero. Allí está el manantial de la acción evangelizadora. Porque, si alguien ha acogido ese amor que le devuelve el sentido de la vida, ¿cómo puede contener el deseo de comunicarlo a otros?
9. El bien siempre tiende a comunicarse. Toda experiencia auténtica de verdad y de belleza busca por sí misma su expansión, y cualquier persona que viva una profunda liberación adquiere mayor sensibilidad ante las necesidades de los demás. Comunicándolo, el bien se arraiga y se desarrolla. Por eso, quien quiera vivir con dignidad y plenitud no tiene otro camino más que reconocer al otro y buscar su bien. No deberían asombrarnos entonces algunas expresiones de san Pablo: «El amor de Cristo nos apremia» (2 Co 5,14); «¡Ay de mí si no anunciara el Evangelio!» (1 Co 9,16).
10. La propuesta es vivir en un nivel superior, pero no con menor intensidad: «La vida se acrecienta dándola y se debilita en el aislamiento y la comodidad. De hecho, los que más disfrutan de la vida son los que dejan la seguridad de la orilla y se apasionan en la misión de comunicar vida a los demás».[4] Cuando la Iglesia convoca a la tarea evangelizadora, no hace más que indicar a los cristianos el verdadero dinamismo de la realización personal: «Aquí descubrimos otra ley profunda de la realidad: que la vida se alcanza y madura a medida que se la entrega para dar vida a los otros. Eso es en definitiva la misión».[5] Por consiguiente, un evangelizador no debería tener permanentemente cara de funeral. Recobremos y acrecentemos el fervor, «la dulce y confortadora alegría de evangelizar, incluso cuando hay que sembrar entre lágrimas […] Y ojalá el mundo actual –que busca a veces con angustia, a veces con esperanza– pueda así recibir la Buena Nueva, no a través de evangelizadores tristes y desalentados, impacientes o ansiosos, sino a través de ministros del Evangelio, cuya vida irradia el fervor de quienes han recibido, ante todo en sí mismos, la alegría de Cristo».[6]
11. Un anuncio renovado ofrece a los creyentes, también a los tibios o no practicantes, una nueva alegría en la fe y una fecundidad evangelizadora. En realidad, su centro y esencia es siempre el mismo: el Dios que manifestó su amor inmenso en Cristo muerto y resucitado. Él hace a sus fieles siempre nuevos; aunque sean ancianos, «les renovará el vigor, subirán con alas como de águila, correrán sin fatigarse y andarán sin cansarse» (Is 40,31). Cristo es el «Evangelio eterno» (Ap 14,6), y es «el mismo ayer y hoy y para siempre» (Hb 13,8), pero su riqueza y su hermosura son inagotables. Él es siempre joven y fuente constante de novedad. La Iglesia no deja de asombrarse por «la profundidad de la riqueza, de la sabiduría y del conocimiento de Dios» (Rm 11,33). Decía san Juan de la Cruz: «Esta espesura de sabiduría y ciencia de Dios es tan profunda e inmensa, que, aunque más el alma sepa de ella, siempre puede entrar más adentro».[7] O bien, como afirmaba san Ireneo: «[Cristo], en su venida, ha traído consigo toda novedad».[8] Él siempre puede, con su novedad, renovar nuestra vida y nuestra comunidad y, aunque atraviese épocas oscuras y debilidades eclesiales, la propuesta cristiana nunca envejece. Jesucristo también puede romper los esquemas aburridos en los cuales pretendemos encerrarlo y nos sorprende con su constante creatividad divina. Cada vez que intentamos volver a la fuente y recuperar la frescura original del Evangelio, brotan nuevos caminos, métodos creativos, otras formas de expresión, signos más elocuentes, palabras cargadas de renovado significado para el mundo actual. En realidad, toda auténtica acción evangelizadora es siempre «nueva».
12. Si bien esta misión nos reclama una entrega generosa, sería un error entenderla como una heroica tarea personal, ya que la obra es ante todo de Él, más allá de lo que podamos descubrir y entender. Jesús es «el primero y el más grande evangelizador».[9] En cualquier forma de evangelización el primado es siempre de Dios, que quiso llamarnos a colaborar con Él e impulsarnos con la fuerza de su Espíritu. La verdadera novedad es la que Dios mismo misteriosamente quiere producir, la que Él inspira, la que Él provoca, la que Él orienta y acompaña de mil maneras. En toda la vida de la Iglesia debe manifestarse siempre que la iniciativa es de Dios, que «Él nos amó primero» (1 Jn 4,19) y que «es Dios quien hace crecer» (1 Co 3,7). Esta convicción nos permite conservar la alegría en medio de una tarea tan exigente y desafiante que toma nuestra vida por entero. Nos pide todo, pero al mismo tiempo nos ofrece todo.
13. Tampoco deberíamos entender la novedad de esta misión como un desarraigo, como un olvido de la historia viva que nos acoge y nos lanza hacia adelante. La memoria es una dimensión de nuestra fe que podríamos llamar «deuteronómica», en analogía con la memoria de Israel. Jesús nos deja la Eucaristía como memoria cotidiana de la Iglesia, que nos introduce cada vez más en la Pascua (cf. Lc 22,19). La alegría evangelizadora siempre brilla sobre el trasfondo de la memoria agradecida: es una gracia que necesitamos pedir. Los Apóstoles jamás olvidaron el momento en que Jesús les tocó el corazón: «Era alrededor de las cuatro de la tarde» (Jn 1,39). Junto con Jesús, la memoria nos hace presente «una verdadera nube de testigos» (Hb 12,1). Entre ellos, se destacan algunas personas que incidieron de manera especial para hacer brotar nuestro gozo creyente: «Acordaos de aquellos dirigentes que os anunciaron la Palabra de Dios» (Hb 13,7). A veces se trata de personas sencillas y cercanas que nos iniciaron en la vida de la fe: «Tengo presente la sinceridad de tu fe, esa fe que tuvieron tu abuela Loide y tu madre Eunice» (2 Tm1,5). El creyente es fundamentalmente «memorioso».
14. En la escucha del Espíritu, que nos ayuda a reconocer comunitariamente los signos de los tiempos, del 7 al 28 de octubre de 2012 se celebró la XIII Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los Obispos sobre el tema La nueva evangelización para la transmisión de la fe cristiana. Allí se recordó que la nueva evangelización convoca a todos y se realiza fundamentalmente en tres ámbitos.[10] En primer lugar, mencionemos el ámbito de la pastoral ordinaria, «animada por el fuego del Espíritu, para encender los corazones de los fieles que regularmente frecuentan la comunidad y que se reúnen en el día del Señor para nutrirse de su Palabra y del Pan de vida eterna».[11] También se incluyen en este ámbito los fieles que conservan una fe católica intensa y sincera, expresándola de diversas maneras, aunque no participen frecuentemente del culto. Esta pastoral se orienta al crecimiento de los creyentes, de manera que respondan cada vez mejor y con toda su vida al amor de Dios.
En segundo lugar, recordemos el ámbito de «las personas bautizadas que no viven las exigencias del Bautismo»,[12] no tienen una pertenencia cordial a la Iglesia y ya no experimentan el consuelo de la fe. La Iglesia, como madre siempre atenta, se empeña para que vivan una conversión que les devuelva la alegría de la fe y el deseo de comprometerse con el Evangelio.
Finalmente, remarquemos que la evangelización está esencialmente conectada con la proclamación del Evangelio aquienes no conocen a Jesucristo o siempre lo han rechazado. Muchos de ellos buscan a Dios secretamente, movidos por la nostalgia de su rostro, aun en países de antigua tradición cristiana. Todos tienen el derecho de recibir el Evangelio. Los cristianos tienen el deber de anunciarlo sin excluir a nadie, no como quien impone una nueva obligación, sino como quien comparte una alegría, señala un horizonte bello, ofrece un banquete deseable. La Iglesia no crece por proselitismo sino «por atracción».[13]
15. Juan Pablo II nos invitó a reconocer que «es necesario mantener viva la solicitud por el anuncio» a los que están alejados de Cristo, «porque ésta es la tarea primordial de la Iglesia».[14] La actividad misionera «representa aún hoy día el mayor desafío para la Iglesia»[15] y «la causa misionera debe ser la primera».[16] ¿Qué sucedería si nos tomáramos realmente en serio esas palabras? Simplemente reconoceríamos que la salida misionera es el paradigma de toda obra de la Iglesia. En esta línea, los Obispos latinoamericanos afirmaron que ya «no podemos quedarnos tranquilos en espera pasiva en nuestros templos»[17] y que hace falta pasar «de una pastoral de mera conservación a una pastoral decididamente misionera».[18] Esta tarea sigue siendo la fuente de las mayores alegrías para la Iglesia: «Habrá más gozo en el cielo por un solo pecador que se convierta, que por noventa y nueve justos que no necesitan convertirse» (Lc 15,7).
Propuesta y límites de esta Exhortación
16. Acepté con gusto el pedido de los Padres sinodales de redactar esta Exhortación.[19] Al hacerlo, recojo la riqueza de los trabajos del Sínodo. También he consultado a diversas personas, y procuro además expresar las preocupaciones que me mueven en este momento concreto de la obra evangelizadora de la Iglesia. Son innumerables los temas relacionados con la evangelización en el mundo actual que podrían desarrollarse aquí. Pero he renunciado a tratar detenidamente esas múltiples cuestiones que deben ser objeto de estudio y cuidadosa profundización. Tampoco creo que deba esperarse del magisterio papal una palabra definitiva o completa sobre todas las cuestiones que afectan a la Iglesia y al mundo. No es conveniente que el Papa reemplace a los episcopados locales en el discernimiento de todas las problemáticas que se plantean en sus territorios. En este sentido, percibo la necesidad de avanzar en una saludable «descentralización».
17. Aquí he optado por proponer algunas líneas que puedan alentar y orientar en toda la Iglesia una nueva etapa evangelizadora, llena de fervor y dinamismo. Dentro de ese marco, y en base a la doctrina de la Constitución dogmática Lumen gentium, decidí, entre otros temas, detenerme largamente en las siguientes cuestiones:
a) La reforma de la Iglesia en salida misionera.
b) Las tentaciones de los agentes pastorales.
c) La Iglesia entendida como la totalidad del Pueblo de Dios que evangeliza.
d) La homilía y su preparación.
e) La inclusión social de los pobres.
f) La paz y el diálogo social.
g) Las motivaciones espirituales para la tarea misionera.
18. Me extendí en esos temas con un desarrollo que quizá podrá pareceros excesivo. Pero no lo hice con la intención de ofrecer un tratado, sino sólo para mostrar la importante incidencia práctica de esos asuntos en la tarea actual de la Iglesia. Todos ellos ayudan a perfilar un determinado estilo evangelizador que invito a asumir en cualquier actividad que se realice. Y así, de esta manera, podamos acoger, en medio de nuestro compromiso diario, la exhortación de la Palabra de Dios: «Alegraos siempre en el Señor. Os lo repito, ¡alegraos!» (Flp 4,4).